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Diferencias entre jamón serrano y jamón ibérico

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DIFERENCIAS ENTRE JAMÓN SERRANO Y JAMÓN IBÉRICO

En nuestra Península, gozamos de una gastronomía rica y variada que cuenta con productos únicos muy valorados por el resto del mundo. Pero sin lugar a dudas, nuestro producto estrella es el jamón. En muchas ocasiones, a la hora de elegir un jamón, ya sea para adquirirlo o pedirlo en un restaurante, mucha gente no sabe cuál escoger debido a que no conocen el origen y elaboración de este preciado producto. Por eso, aquí os explicaremos las principales
diferencias entre jamón serrano y jamón ibérico que os servirán de gran ayuda a la hora de elegir uno u otro, según la ocasión o los gustos de cada consumidor.

¿Cuáles son las diferencias entre jamón serrano y jamón ibérico?

A continuación les dejamos una serie de comparaciones entre jamón ibérico y serrano, con aspectos claves a la hora de su elección para saber cómo diferenciar jamones.

1. Diferencias en la raza del cerdo

Se trata de dos cerdos totalmente diferentes. Para comprender las diferencias en la raza del cerdo, empezaremos por el cerdo blanco, criado alrededor del mundo, y por otra parte tenemos el cerdo ibérico que es autóctono y se cría exclusivamente en la península ibérica. Para que un cerdo se denomine ibérico, al menos la madre debe ser de raza ibérica, pues es la que aporta el código genético y no el macho.

Diferencias jamon iberico y jamon serrano

2. Diferencia en el color del jamón

A la hora de comprar un jamón serrano, podréis observar un color más claro de la pata o paleta, mientras que el jamón ibérico se caracteriza por tener un color más oscuro, siendo la diferencia en el color del jamón un aspecto clave a la hora de elegir.
Siguiendo con la tonalidad, podremos observar que el color del jamón serrano es más rosado, teniendo el jamón ibérico una carne más rojiza y brillante. Esto se produce debido al veteado de la carne y al tiempo de curación o maduración, siendo el del jamón ibérico más prolongado, y de ahí su característica tonalidad. Otra importante característica diferencial dentro del color, es el tono de la pezuña, siendo blanca la del serrano y negra la mayoría de las veces en el ibérico.

3. Diferencia en la curación del jamón

En el caso del jamón serrano, el periodo de maduración normalmente oscila entre los 9 y 15 meses, mientras que el jamón ibérico se produce entre 24 y 36 meses. Dependiendo de los diferentes tipos de jamones que consumamos y su periodo de maduración, el sabor será más o menos intenso cuanto más o menos prolongado sea la curación del mismo.

4. Diferencia en el sabor del jamón

Evidentemente, nos encontramos frente a la diferencia más importante de cara al cliente. En el caso del jamón serrano, se trata de un sabor más suave y ligero, mientras que el jamón ibérico cuenta con un sabor más intenso, lleno de matices y diferentes aromas, dependiendo del tipo de ibérico que estemos degustando. En este caso, el sabor más intenso lo contiene el jamón ibérico de bellota.

5. Diferencia en las cualidades organolépticas

El cerdo ibérico es el único animal capaz de infiltrar de forma natural la grasa en el músculo, y como observaremos en la carne de sus jamones, las vetas de grasa hacen que confiera jugosidad cuando entra en nuestro paladar. A diferencia del cerdo blanco, el cual no puede realizar dicha infiltración de grasa.

Esperamos que esta serie de aspectos claves hayan atrapado vuestra curiosidad y que, ahora
sí, disfrutéis al máximo del producto estrella de nuestro país. Saludos amigos jamoner@s!!!

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